Receta de un plato con todo el sabor de Asturias: Pixín en salsa de oricios

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Pixín en salsa de oricios

En nuestro catálogo de platos hemos incluido un nuevo plato: el pixín negro con salsa de oricios.
No es fácil distinguir a simple vista el pixín negro del blanco.

Rape-crudo
¿Es feo, verdad? Pues que no eche atrás su apariencia.

¿Cómo podemos distinguirlos? Nos fijaremos en la membrana que rodea su intestino, si es negra o blanca. Por otro lado el pixín negro suele ser de un tamaño inferior al blanco. El sabor de la carne de uno negro es más consistente y sabrosa, lo cual se refleja en su precio.

En una pescadería, a simple vista, diremos que el pixín negro tiene un color más uniforme en su lomo, mientras que el blanco tiene unas pequeñas manchitas blancas del tamaño de una lentejuela. El rape blanco es más chicloso y menos jugoso que el negro y suele menguar más al cocinarlo.

En todas las pruebas de menú para bodas y congresos que hemos con hecho con Catering Malena ha sido un plato que ha gustado mucho a los invitados (nuestra lubina salvaje ha encontrado un duro competidor) y en las pruebas que hemos hecho en Madrid con nuestra nueva marca sostenible, Catering Tierra Norte, ni os contamos.

Os damos los ingredientes para 6 personas:

  • 12 rodajas de rape
  • 1 vaso de vino blanco
  • 1 cebolla grande
  • 1 zanahoria
  • 2 tomates
  • 2 dientes de ajo
  • 8 oricios
  • 1 cucharada de harina
  • 1/2 litro de caldo de pescado
  • 2 cucharadas de aceite
  • Sal y pimienta

Elaboración:

Cocer los oricios. Hervimos el agua y añadimos los oricios, tapamos y dejamos cocer unos 4 minutos a fuego fuerte. Los sacamos de la olla y los dejamos enfriar.

Pelamos y picamos la zanahoria. los dientes de ajo, la cebolla y los tomates y lo pochamos todo bien en la satén con un chorrito de aceite de oliva.

Sacamos la carne de los oricios.  Los cortamos a la mitad y, con la ayuda de una cuchara, sacamos la carne del interior. Cuando los tengamos todos vacíos, añadimos la carne a la sartén con el resto de ingredientes.

Lo dejamos cocer unos minutos y agregamos la harina removiendo para evitar grumos.

Cuando la harina esté dorada lo regamos con el vino blanco y el caldo de pescado (que habremos hecho previamente con las cabezas del pixín) y lo dejamos reducir unos cinco minutos.

Trituramos toda la salsa y la pasamos por un chino.

En otra sartén pondremos las rodajas de pixín a cocinar con un chorrito de aceite y cuando veamos que se vuelven blancas añadiremos la salsa para que se acabe de cocinar. En este momento se le pueden añadir unas almejas para que abran con la última cocción.

Es una plato realmente sabroso con un sabor muy intenso y 100% Cantábrico.

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